Gaspar Silveira Martins se convirtió en el principal dirigente político opositor al gobierno en el exilio. Su posición al igual que la de Gumersindo, hacía hincapié en que lo que importaba era tener un gobierno honesto, que respetase los derechos individuales y civiles de la gente.
Martins se ocupó durante todo este tiempo de la organización política e ideológica de la revolución, de las misivas y de los contactos. Los preparativo bélicos, quedaron a cargo de Gumersindo que era un gran conocedor del medio y de la gente, un hombre prudente, pero ejecutivo, acostumbrado a tomar resolución rápidas y con experiencia en este tipo de eventos. Por su parte el Gral. Jao da Sllva Tavarez, es reconocido por su trayectoria, figura emblemática de la sublevación, aportando todo su prestigio personal y su poder de convocatoria, pero reconociéndose que contaba con una edad muy avanzada para una empresa de esta magnitud.
Todos los demás principales dirigentes revolucionarios se encuentran también en suelo oriental: Barros Cassal, Manuel Dourado, Azambuya de Castro, Raphael Cabeda, José Serafín de Castillos ( Juca Tigre), Alburquerque Pina, Coello. Cneles: Prestes Guimaraens, Guerreiro Victoria, Cunha, Barboza y Netto.
Gumersindo, es quien cuenta entre todos los jefes, con el respaldo de Silveira Martins y de la mayoría de las figuras más representativas del Partido Federal, para ser el futuro Jefe Militar, comienza a conformar su División por el Depto. De San José, a través de dos figuras significativas del Nacionalismo, Cicerón Marín y el Gral. Papillón ex camarada en la revolución del 70. Se le unen unos 350 maragatos que van a constituir por su experiencia lo más selecto de su División y lo van acompañar a lo largo de toda la revolución, llegando incluso a darle nombre a su divisiones. Cuando cruza la frontera primera vez, a la altura de Acegúa, un destacamento del gobierno envía un telegrama, diciendo que cruzó Gumersindo con una división de maragatos.
El 31 de enero, después de despedirse de Amelia, su esposa, se dirige a Aceguá y el 2 de febrero de 1893, es el primer jefe que va a cruzar la frontera. Inmediatamente lanza una primer proclama, donde llama a cerrar filas en contra de la opresión y la tiranía del gobierno, y no hace distinción de partido alguno, reclamando la participación de todos los brasileros, y termina la misma con la arenga “ Viva la Nación brasilera “ “Viva Río Grande del Sur”
Con diferencia de días van ingresando los otros jefes y sus Divisiones sumando en total unos seis mil hombres.
Y el 5 de febrero en Carpintería el Gral. Tavares lanza la proclama oficial de la sublevación, llamando también a todos los brasileros a sumarse a la cruzada libertadora.
El 11 de febrero en Salsinho, se produce la primera acción, un tiroteo de las fuerzas comandadas por Gumersindo con las del Cnel. Mena Barreto.
El 22 de febrero, se produce un segundo enfrentamiento en el pueblo Don Pedrito, donde las fuerzas del gobierno, se rinden.
Y el 17 de marzo cae Alegrete, incorporándose, además, el Cnel. Luis Alves Leite de Olivera Salgado, oficial del gobierno que se pasa a los revolucionarios, quien dada su trayectoria pasa a ocupar la jefatura del 2º ejército con el grado de General.
La propaganda del gobierno contra la revolución, acusa a esta de querer instaurar de nuevo la monarquia, esto es simplemente una estrategia de desprestigio. Es una tentativa de desfigurar el sentido de la lucha y de desprestigiar al enemigo.
Pero en la proclama del 5 de marzo de 1893, queda bien en claro los reales ideales del Ejercito Libertador, cuando al final de la misma dice “Viva la nación Brasilera, Viva el heroico pueblo Riograndense.
El 29 de marzo cae el pueblo de Poncho Verde y la insurrección se propaga por todo el Estado de Río Grande.
El 15 de abril, el gobierno hace arrasar la estancia de Gumersindo Courral de Arroios en Santa Victoria do Palmar y requisa todos sus bienes.
El 3 de mayo en Inhanduy, se produce un nuevo enfrentamiento, donde una patrulla a cargo del Cnel. Aparicio Saravia dispersa a fuerzas del gobierno.
A mediados de mayo los revolucionarios acosados por la falta de recursos, municiones y caballos, sufren algunas deserciones de grupos que pasan la frontera para protegerse en Uruguay.
El Ejercito Libertador no puede presentar batalla al descubierto porque carece de suficiente municiones por lo que debe movilizarse continuamente en medio de un invierno que comienza a ser muy frío y lluvioso.
Esta situación incierta hace que en el ejercito revolucionario comiencen a surgir discrepancias, que llevan a que los generales Salgado y Tavares crucen la frontera para refugiarse en Uruguay.
Solo queda Gumersindo, quien es designado General en Jefe de la Revolución con un ejército de unos 1500 hombres en condiciones sumamente difíciles. Decide entonces dirigirse hacia el norte, pues si no cruzaba la frontera debía movilizarse rápidamente para no verse encerrado por fuerzas del gobierno. Poniéndose en marcha hacia Sao Sepe, donde logra entrar el 6 de junio.
El 17 de junio en Jaguary, tiene los primeros enfrentamientos con la División del Norte, encargada de seguir y acosar permanentemente a las fuerzas revolucionarias en todos sus desplazamientos.
El 20 acampan en Pirahí donde enfrentan y vencen a las fuerzas al mando del Cnel. Menna Barreto. Con el cual se vuelven a enfrentar en Sarrilhado , en donde divisiones al mando de Aparicio y Torquato Severo lo derrotan nuevamente.
Las fuerzas revolucionarias cuentan en ese momento con unos dos mil hombres. Sin embargo el movimiento comienza a ser conocido en otros estados de Brasil. En Río el almirante Eduardo Waldenkok se subleva y elabora un plan para sitiar las ciudades de Río Grande y entrar en contacto con el Gral. Gumersindo Saravia. El plan fracasará pero deja plantada la semilla para futuras acciones. Mientras tanto, el Gral. Luis Alves Leites de Olivera Salgado, vuelve a cruzar la frontera y retoma nuevamente la lucha.
SUBLEVACIÓN DE LA ESCUADRA
A mediados del mes de setiembre el almirante Custodio de Mello, subleva la flota de guerra brasilera, con el acorazado Aquidabán como buque insignia, levantando la bandera blanca de la insurrección en pleno puerto de Río de Janeiro.
Enterado él ejercito Libertador de estos acontecimientos, el Gral. Saravia decide tomar la base de la flota que patrulla el Río (Uruguay) Itaquí, esta plaza por su posición y defensa, se juzga inexpugnable, sin embargo Saravia decide apoderarse de ella. Las tropas deben recorrer un largo camino para lograr su propósito, mientras van presionadas por las divisiones gubernistas de los coroneles Lima y Pinheiro Machado.
El 20 de setiembre el Ejercito Libertador se encuentran a orillas del caudaloso Río Ibicuy. El cruce resulta tremendo , sobre todo por la caballería, seis días se demoran en hacerlo y el 27 de setiembre cae Itaqui en manos de Aparicio, pero la flota apostada allí no se une a las fuerzas revolucionarias y mantiene una actitud neutral.
Es de hacer notar que la estrategia del ejercito revolucionario es estar en constante movimiento para evitar ser acorralado por las divisiones del gobierno. Esto ocasiona un enorme desgaste en hombres y animales, que debían soportar con estoicismo las crudas realidades del clima y el medio. Esta estrategia era perfectamente dominada por el Gral. Gumersindo, que en su oficio de tropero había acumulado durante muchos años experiencia en el transporte de grandes tropillas de ganado.
El ejercito libertador comienza su marchar hacia Santa Catarina, ya que la escuadra sublevada en Río de Janeiro, se encuentra ahora realizando acciones en este Estado, asentandose en Desterro capital del gobierno provisorio de Santa Catarina.
El ejercito pasa por Povinho do Boqueirao, Cruz Alta, atraviesan Cosinho, y el 13 de octubre Passo Fundo y llegan a la ciudad de Lagoa Vermelha. Esta ciudad espera a los libertadores con gran expectativa, y allí se enteran de que Santa Catarina se ha pronunciado por la revolución. De esta manera el vuelco de los acontecimientos ha sido total.. El gobernador Machado, sin posibilidades de recibir ayuda por parte del gobierno central, decide integrarse a la revolución y el 10 de octubre se establece una Junta Gubernativa. El ejercito continua la marcha desplegado en dos columnas, separadas a no mucha distancia una de la otra. Pasando por Vaccaría, Campos dos Ausentes y el 25 de octubre se encuentran en Bomfin. Luego cruza el rio Pelotas y pasa al estado de Santa Catarina .
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